jueves, 23 de diciembre de 2010

Los leonados en Mallorca


Sí, lo se, lo se...hace tiempo que no os escribo nada, mi excusa principal es que gracias al continuo mal tiempo que hemos tenido, no ha habido mucho que contar en tema anillamiento. Otra parte de la culpa lo tiene la huelga de controladores aéreos, el cierre de aeropuertos por el norte de Europa, un volcán activo en Indonesia y otras historias poco amenas de mi vida laboral que no tienen absolutamente nada que ver con las aves y por lo tanto no vienen al caso....

Me imagino que muchos de vosotros ya conocéis la historia del grupo de buitres leonados Gyps fulvus de Mallorca. A los que no, un pequeño resumen. Durante el otoño del 2008 un fuerte temporal de lluvia y viento azotó el levante peninsular y las Islas Baleares. El día siguiente, después de la tormenta, comenzaron observaciones múltiples en Menorca y Mallorca de varios grupos importantes de buitre leonado. Se estimaron unos 150 individuos en total. Seguramente el temporal los habría cogido por sorpresa y fueron desviados al este de su ruta al mar para finalmente acabar aquí (en vez de en el agua, al ser planeadoras no son demasiado compatibles con el tema del sobrevuelo marino) . Unos días mas tarde también se vieron ejemplares por Ibiza y los de Menorca desaparecieron (menos uno que acabó en el centro de recuperación agotado), lo que sugerió que muchas aves del grupo estaban logrando recolocarse de nuevo hacia el sur oeste para seguir su con su camino. Los individuos restantes, formado mayoritariamente por jóvenes del año se refugiaron en la sierra de Tramuntana, un lugar de montañas, acantilados, tranquilidad y por supuesto ovejas y cabras muertas. A Michael Douglas le había convencido, así que también les pareció buena idea quedarse.
Durante un frenesí en un uno de los comederos de buitre negro, se puedo fotografiar la anilla de un ejemplar anillado. Resultó ser de Alicante.

Hoy día el grupo que se han quedado forman parte de la avifauna de la sierra. Muchas veces se les observa en compañía de los buitres negros, y las dos especies parecen llevan bien la coexistencia. El buitre leonado alcanza la madurez sexual en su tercer año calendario, así que los ornitólogos mallorquines esperan con esmero que esta primavera tengamos el primer "voltor foraster" insular. Claro que si eso al final pasara, habría entonces que hacer una seria propuesta para cambiarle el nombre oficial mallorquín...

Los días 13 y 14 de noviembre, la Consellería de Medio Ambiente organizó un censo para intentar dar a conocer el número aproximado de Gyps fulvus aún presentes en la isla. Hubo mucha participación y lograron cubrir buena parte de la sierra con observadores voluntarios. Podéis ver un reportaje del censo aquí: http://www.back.tvmallorca.net/pages/verclip/21786
(empieza a medio programa aproximadamente y no hagáis demasiado caso al personaje que cubre la zona del embalse de Cúber, es que no me gusta que me graben.....;)
El resultado final de dicho censo arrojó una cifra de entre 46 y 59 buitres, o sea una media de 53 carroñeros surcando los cielos de la isla, una noticia estupenda. Ahora queda esperar a ver si realmente logran integrarse como sedentarios reproductores. Una bonita historia de como una especie accidental pueda acabar accidentalmente colonizando una isla... :)
Foto: Juanjo Bazán